ENSEÑANZA
Y APRENDIZAJE EN JESUALDO SOSA
Coincidencias y divergencias
con la escuela nueva
Comparación con dos de
sus contemporáneos Agustín Ferreiro y Julio Castro
INTRODUCCIÓN
Este trabajo trata sobre el papel que
jugaba la educación, qué peso tenía en el tiempo que le tocó vivir a Jesualdo
Sosa, Agustín Ferreiro y Julio Castro, los tres educadores que elegí tratar. Me
interesa sobretodo el período anterior inmediato y el específico a la niñez,
porque creo que debido al análisis crítico de la educación que recibieron los
tres es que elaboran posteriormente en su juventud las teorías y practicas
pedagógicas que los hicieron merecedores del reconocimiento actual y de su
destacable vigencia.
Veré además las coincidencias y críticas, en
cuanto a los aportes de la escuela nueva o activa, destacando los aportes de
Decroly, por ser éste quien Jesualdo más refiere cuando critica la escuela
activa. Y continuando con lo expuesto en el primer parcial, presentaré los
aportes específicos de Jesualdo Sosa.
AQUELLOS AÑOS
A fines del S XIX se hizo cada
vez más evidente el peso del Positivismo que conquistaba espacios en la escena
política antes que en la académica y en la vida social. Se conformó entonces un
discurso y una acción en torno a la escuela como institución del Estado. Se
buscaba el progreso por medio de la razón, se pretendía iluminar la mente de
los hombres para atacar el atraso, para superar los males sociales previniendo
aquello que ponía en peligro la democracia[1].
Las reformas que surgieron fueron la educación popular y la educación
científica. La primera se fundaba en la “creciente expansión industrial y en la
formación de ciudadanos que debían ejercer el sufragio en las nacientes
democracias políticas.” Y la segunda buscaba la liberación de los espíritus
gracias a la erradicación de la enseñanza dogmática y la asimilación del saber
aportado por la ciencia (Gadino. A 1993:10)
Según Jesualdo en
1910 comienza para el país una gran etapa social la que se vislumbra como
renovadora por tener a José Batlle y
Ordoñez en la escena política, quien es reconocido por este educador como un
reformista con toques de socialista[2].
En 1910 durante la
segunda presidencia de Batlle en el programa de gobierno, planteaba que la
instrucción pública sería una de sus principales preocupaciones. Hablaba de la
instrucción como medio para que el pueblo pueda ser “libre y feliz”, y la
grandeza de una nación verdaderamente civilizada se encuentra en el adelanto en las
ciencias.
Desde Europa y EE.
UU. sobre todo a partir de la segunda década del S XX, pasada la primera guerra
mundial, llegaban noticias de las críticas a la escuela tradicional y los
intentos por elaborar una pedagogía nueva que se basara en la mediación y la
experimentación. En la conciencia colectiva del Magisterio se arriba a un punto
en el que se sienten llamados a la formulación de diagnósticos basados en la
realidad tangible que era el problema de la pobreza, la comprobación del estado
en el que se encontraba la educación rural. Éste fue un elemento que promovió
las ideas de los distintos pedagogos de la época, manifestando en las
diferentes denuncias realizadas por maestros como Jesualdo Sosa, Julio Castro y
Agustín Ferreiro, entre otros. Los que
tuvieron que sufrir los embates de las dictaduras que veían sus ideas como
peligrosas para el régimen establecido y debieron pagar caro por la osadía de
pensar distinto y querer transformar la educación en bien de los que lo
necesitaban.
APORTES DE LA ESCUELA NUEVA
La escuela nueva teniendo como precursores a Rousseau, Pestalozzi,
Tolstoy y Froebel, privilegiaba la acción y la actividad al postular que el
aprendizaje proviene de la experiencia y convertirá así al niño en el actor
principal de la educación, en el centro sobre el cual debe girar todo el
proceso educativo. Se oponía a la disciplina rígida que avasallaba al niño
obligándolo a una actitud pasiva, en la forma que se organizaba
tradicionalmente la escuela, la que no permitía desarrollarse con libertad y
espontaneidad, forzando conocimientos anteriormente grabados mediante las
repeticiones interminables sin tener en cuenta los intereses del niño.
Dentro de esta corriente
pedagógica, Decroly propondrá el termino globalización y su plan didáctico, el
que elaboró tomando en cuenta los propósitos de la educación, las
investigaciones de la
Fisiología , la
Psicología y la
Sociología , apoyándose para su definición en estas cuatro
pautas centrales:
*
“El programa debe tender a la unidad en le sentido
de que todas sus partes han de relacionarse entre sí, formando un todo
indivisible” Buscaba “el estudio de la realidad tal y como se presenta ante el
niño, eligiendo un idea eje un centro de interés que unifique y de sentido a
esa globalidad.”
*
“Todo niño
debe estar colocado en condiciones de obtener un provecho máxima de la
enseñanza dada” Principio de individualización.
*
“Todo ser humano debe poseer un mínimo de
conocimientos que le permitan comprender las exigencias de la vida en sociedad,
las obligaciones que impone y las ventajas que de ello resulta; en un aplabra,
que lo pongan en situación de adaptarse a ella gradualmente”
*
“Es necesario que la escuela utilice y favorezca el
desarrollo de todas las fase de la individualidad infantil.” (Revista de
Educación 1987)
Apoyándose en estas normas fundamentales propone una
metodología en torno a centros de interés significativos para el educando los
que, según él, estarán establecidos de a cuerdo a sus necesidades naturales, es
decir comunes a todos los niños y por tanto inamovibles. Estas eran:
Necesidad de alimentarse
Necesidad de defenderse ante las inclemencias externas.
Necesidad de defenderse contra los peligros y enemigos.
Necesidad de trabajar solidariamente, de entretenerse y de formarse material y espiritualmente.
Necesidad de defenderse ante las inclemencias externas.
Necesidad de defenderse contra los peligros y enemigos.
Necesidad de trabajar solidariamente, de entretenerse y de formarse material y espiritualmente.
COINCIDENCIAS
Y DIVERGENCIAS CON LA
ESCUELA NUEVA
COMPARACIÓN
CON DOS DE SUS CONTEMPORÁNEOS AGUSTÍN FERREIRO Y JULIO CASTRO
Julio Castro nace en 1908 se recibe de maestro 1927
Ferreiro nace en 1893 se recibe de maestro 1915
Jesualdo nace en 1905 se recibe de maestro 1924
Para Julio Castro la conquista de terreno por
parte de las nuevas ideas pedagógicas fue antes que nada teórica y la puesta en
practica en el ambito escolar fue lenta y silenciosa. Este pedagogo es más
moderado que Jesualdo a la hora de evaluar los alcances educativos de estas
nuevas ideas.
Al momento de escribir “El banco fijo y la mesa colectiva”, considera
que a pesar de que habían ya pasado muchos años de experiencia de la nueva
pedagogía en las escuelas experimentales, aún no se habían llegado a resultados
definitivos. Dado que estos estarían condicionados a múltiples factores. Estima
que no sólo se debe evaluar el sistema “per se” también deben de considerarse
las resistencias que debieron enfrentar estas ideas nuevas.
También nos habla de experiencias llevadas a cabo en escuelas
tradicionales en las que se aplicaban algunas de las practicas que se proponían
desde la escuela activa, sin variar su organización. Por ejemplo “centros de
interés, trabajo en equipo, aplicación del plan Dalton, enseñanza del dibujo y
los trabajos manuales de acuerdo a una nueva jerarquización de las materias,
dramatización, etc. (Castro, J. 2007:142). Estas experiencias por no ser de
aplicación global carecerán de fuerza de logros. Castro dice que carece del “alma
del método” el que aunque de forma vaga, pero posee una filosofía.
De todas formas destaca de estas experiencias el efecto de las nuevas
maneras de enseñar, no sólo en el alumnado sino también en los maestros.
Critica iniciativas personales de maestros que aunque desde un impulso
generoso, la falta de seriedad, es decir de una filosofía que la sustente,
provocó el descrédito de las ideas de la nueva pedagogía.
Para Ferreiro las nuevas ideas ni eran tan novedosas ni eran tan inigualables,
al respecto dice “No os dejéis cegar por la pirotecnia de los palabreros” Se
refiere a que ya en 1876 con Varela nuestra escuela era activa y varios de los
postulados habían sido ya traídos por este educador. “Desde entonces,
dice, ‘lo que ha variado y continúa
variando es el procedimiento más eficaz’ para conseguir la actividad del niño” [3]
Claramente podemos ubicar a Ferreiro como un defensor de la escuela nueva sino
además lo encontraremos haciendo aportes nuevos a esas “nuevas ideas”.
Tomando ahora a Jesualdo diré que no adhería sin restricciones a ninguna
teoría ni con la escuela tradicional, la que criticaba fuertemente, ni con la
escuela nueva, ni siquiera con las teorías marxista a las que también adhería
en materia de educación. Sólo extraía de cada una de ellas lo que consideraba
provechoso para la educación. Por ejemplo de la escuela nueva rescataba el
desarrollo de la creatividad reivindicado por esta teoría, Sin embargo en
cuanto a los centros de interés de la escuela nueva los criticaba porque para
él no eran centros de interés de los niños sino de los maestros
Un pedagogo
laborioso, autoexigente y con una naturaleza avasallante nació en el campo, en
Tacuarembó, como él dice en su “Elegía autobiográfica”, “entre nubes
de arena y tierra colorada” (Sosa, J. 1949:9), el 22 de febrero de
1905. Fue además escritor, poeta,
ensayista, y fundamentalmente, maestro, Jesús Aldo Sosa, más conocido como
“Jesualdo”, cuyas experiencias como escolar
le hicieron sentir, estrujado su ser niño, y
un gran rechazo a una escuela y maestros represivos, es lo que lo lleva
a elegir su destino: ser maestro.
Ya desde el inicio
de su carrera se sintió decepcionado de los conocimientos teóricos aprendidos
en los Institutos Normales donde como el dice fue a hacerse maestro y lo único que
le llegó a fuerza de exámenes fue un conjunto frío de teorías y citas, desde
entonces se revelaba ante aquello que consideraba orientado a embutir
conocimiento y no a producirlo.
Para Jesualdo un
maestro debía de interpretar la realidad y tratar de transformarla
“Soñaba un Magisterio que hasta las mismas piedras las tornara suaves” (Sosa,
J. 1949:15)
Este pedagogo no
adhería sin restricciones a ninguna teoría ni con la escuela tradicional, la
que criticaba fuertemente, ni con la escuela nueva, ni siquiera con las teorías
marxista a las que también adhería en materia de educación. Sólo extraía de
cada una de ellas lo que consideraba provechoso para la educación. Por ejemplo
de la escuela nueva rescataba el desarrollo de la creatividad reivindicado por esta
teoría, Sin embargo en cuanto a los centros de interés de la escuela nueva los
criticaba porque para él no eran centros de interés de los niños sino de los
maestros.
Su proyecto
curricular estaba basado en la “expresión creadora” y el “interés
actual”. Este proyecto de investigación y creatividad infantil comienza en
1928 en la escuela rural Canteras de Riachuelo.
Su intervención
fue esencialmente practica, y cuajó en su libro “Vida de un Maestro” en 1935,
la sistematización de su teoría llegó a través de otro libro, “La expresión
creadora del niño” en 1950.
Su experiencia se
basó fundamentalmente en el estudio de la expresión infantil y el desarrollo
de la creatividad, pero todo esto guiado por un concepto que este pedagogo
defendía, “el interés actual”. Esto era el estudio de aquellas tareas
que los alumnos traían como preocupación del día independientemente de lo que
indicara el programa y respetando la individualidad del niño. En vida de un
maestro entre otros pasajes nos relata cómo, un día al llegar a la clase
constata un gran revuelo una fina llovizna de cenizas era la causa, pero varias
interrogantes quedan planteadas, las que serán respondidas en forma colectiva.
Ocupándose de los efectos que provocaba este fenómeno, de si eran de un volcán
o no, análisis de las cenizas, etc. Jesualdo culmina el raconto de este
episodio con lo siguiente: “y
se dedicaron al estudio apasionado de esta lluvia fina de ceniza” (Sosa, J.
“010:125-126)
Precisamente este apasionamiento del
alumnado era lo que Jesualdo buscaba, su experiencia le decía que esto solo se
conseguías cuando se les permitía estructurar su estudio de a cuerdo a sus
intereses y no de acuerdo a lo que el programa marcaba o según los deseos del
maestro. Fomentaba la autogestión y la autodeterminación, por ejemplo cuando
Alfonso, uno de los niños de Jesualdo retratado en “Vida de un maestro” y en
“Fuera de la escuela”, “hacía una de las de él” la sanción que se le impone no
lo hace el maestro sino que hasta el propio Jesualdo acata lo decidido por el colectivo
de los condiscípulos de Alfonso.
Privilegiaba en lo
pedagógico nuevas pautas de actividad, libertad y autonomía y profundizó el
tema de la expresión dándole una dimensión notable.
Sostenía que los
niños poseen una predisposición constante a la autoexpresión y a la creatividad
y que si se permite que la expresión siga su curso natural de maduración si
represiones podía llegar a ser original y creadora.
Jesualdo
estimulaba a sus alumnos a trabajar en barro a escribir poemas, etc. En su
libro Vida de un maestro (2010: 201) en oportunidad de una visita al mar,
después que una de sus alumnas recitara un poema sobre un pájaro danzarín, que
con su danza consigue que todos olviden el mal, expresa.
“-¿En
qué libro, en que escuela, de qué maestro del mundo aprendiste a hablar con la
música de todos las cosas?
Nadie
puede contestar esto, ya lo sé. ¡Y me alegro por ello!
La
música está en el niño como el agua en el mar. Lo demás no interesa. Llegar a
darla de la misma manera que razona un problema, es lo grande”
(…)
Solo la libertad interior desenvuelta naturalmente, con el mismo sentido que la Naturaleza desenvuelve
sus mañanas, y la compenetración Intima
de los problemas” (Sosa, J. 2010:203)
Afirmaba que la
escuela trabajaba la expresión de forma que no le servía al niño para explicar
sus vivencias internas, ni como medio para conquistar el conocimiento, ni para participar
del medio que le rodea mejorándolo.
Para Jesualdo la
educación es “(…) la expresión objetiva de un estado de conciencia que denuncia
en el hombre su capacidad, su posibilidad para interpretar su medio, evaluar
sus relaciones cognoscitivas, aprehender las leyes que rigen esas relaciones
y a su vez, estimularse hacia la
superación cognoscitiva en un progresivo trabajo de concientización”[4]
Otro concepto
acuñado por Jesualdo fue el de la "pedagogía—tránsito", este concepto
apuntaba a un aspecto más social de su postura, afirmaba que a pesar que la
escuela a sido tradicionalmente reproductivista no hay razones para que lo
continúe siendo. Sostenía que la escuela debía propiciar un desarrollo individual y una liberación
colectiva. La definición de “pedagogía-tránsito” expresa una nítida
posición sobre la relación entre las esferas de lo político y lo educativo,
reforzando el papel democratizador de la escuela en el ámbito social.
“La escuela pondrá
en marcha todos los elementos- materiales e inmateriales- a su alcance-
facilitando la tarea del docente- para que se desarrolle en el escolar, el
sentido de cooperación, la habilidad para resolver problemas y aumente su
participación en el mundo real. Y para alcanzar este objetivo, nada mejor que
otorgarle a medios como el juego, la imaginación o el arte el énfasis
necesario, viéndolos como parte del proceso educativo del escolar, y
aprovechando toda su potencialidad como agentes formadores. (Carbajal, N. Pág.
64)
CONCLUSIONES
Básicamente, la metodología de “los
centros de interés” así como el desarrollo de la creatividad, son elementos de
la teoría que según lo expuesto en los textos usados para la elaboración de
este trabajo, dan buenos resultados no
solo para conseguir una buena educación sino también, parafraseando a José
Batlle y Ordoñez, que las personas sean felices y libres. Entiendo por una
buena educación, justamente, la que permite al individuo conseguir estos dos
tópicos.
La vigencia de las prácticas que estos
postulaban se las pueden ver hoy en día, sobretodo, en colegios privados, los
que han puesto en práctica alguno de estos principios, aunque correspondan a
corrientes pedagógicas más nuevas aún.
Puedo concluír también que no existen
las recetas salvadoras, en la vida en general y en la educación en
particular y el acierto o error de una
teoría dependerá de múltiples factores. Se requerirá por tanto de diagnósticos
constantes o por lo menos periódicos para abandonar aquellas pautas que no den
resultado, continuando con aquellas que si lo hagan. Siendo creativos con
nuevas pautas para la educación, porque la creatividad usada en todos los
órdenes de la vida, como lo postula Donald W. Winnicott, aportan a la sensación
de bienestar personal
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
ANEP Breve análisis histórico
de la educación en el Uruguay. Disponible en:
http://www.cep.edu.uy/archivos/programaescolar/analisis_historico.pdf
Carbajal, N. (2008) Jesualdo, un educador Latinoamericano. El
pensamiento pedagógico del maestro Jesualdo Sosa. Reflexiones desde la teoría y
la practica. Aportes a la escuela uruguaya. IMPO Montevideo Uruguay
Castro, J. (2007) Ministerio de
Educación y Cultura. Talleres gráficos Tradinco S.A. Montevideo
Gadino, A.; Carbajal, N.;
Pastorino, C. Sosa, D. Agustin Ferreiro (1993) Tradición y vigencia de un
educador uruguayo. Ediciones Melga. Montevideo
Revista De Educación (1987) Centro
de Investigación y Documentación Educativa. Ministerio de Educación y Ciencia.
Secretaría General Técnica España Disponible en:
Sosa, J. (1949) Elegía
Autobiográfica. Ediciones Ciudadela,
Montevideo
_______ (2010) Vida
de un maestro. Serie Edición Homenaje Volumen 28 Ministerio de Relaciones
Exteriores, Consejo de Educación Inicial y Primaria, Consejo de Educación
Técnico Profesional. Montevideo - Uruguay
_______ (1940) Fuera de la Escuela Editorial Claridad Buenos Aires
[1] Breve
análisis histórico de la educación en el Uruguay. Disponible en: http://www.cep.edu.uy/archivos/programaescolar/analisis_historico.pdf
[2] En Jesualdo
(1963), Vaz Ferreira, pedagogo burgués, Montevideo. El Siglo Ilustrado, pág.
74. (citado por Carbajal. N. Jesualdo un educador Latinoamericano)
[3] Ferreiro, A. Citado por Carbajal, N. en Agustin Ferreiro. Tradición y
vigencia de un educador uruguayo Gadino, A.; Carbajal, N.; Pastorino, C. Sosa, D. Agustin Ferreiro
(1993)
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